Ingredientes:

• 1 conejo (aproximadamente 1.5 kg)
• 6-8 dientes de ajo
• 100 ml de aceite de oliva
• 1 ramita de romero (opcional)
• 1 hoja de laurel
• 100 ml de vino blanco
• Sal y pimienta al gusto
• 1 cucharadita de pimentón dulce (opcional)
• 1 vaso de caldo de pollo (opcional, para hacer más jugoso el plato)

Instrucciones:

1. Preparación del conejo:

   • Corta el conejo en trozos medianos (como muslos, lomos, etc.). Si prefieres, puedes pedir al carnicero que te lo corte por ti.
   • Sazona los trozos de conejo con sal y pimienta al gusto.

2. Preparación del ajo:

   • Pela los dientes de ajo y córtalos en láminas finas.

3. Cocinar el conejo:

   • En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, agrega los trozos de conejo y dóralos bien por todos lados, unos 8-10 minutos, hasta que estén bien sellados.

4. Añadir el ajo:

   • Incorpora los ajos laminados y la hoja de laurel a la cazuela. Cocina a fuego medio-bajo durante 3-4 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que los ajos estén dorados pero no quemados (si se queman, amargarán el plato).

5. Vino blanco y pimentón:

   • Vierte el vino blanco y, si quieres, añade una cucharadita de pimentón dulce. Remueve bien para desglasar el fondo de la cazuela.

6. Cocción final:

   • Reduce el fuego a bajo, tapa la cazuela y deja cocinar durante 30-40 minutos, removiendo de vez en cuando. Si prefieres un conejo más jugoso, añade un poco de caldo de pollo a mitad de la cocción.
   • Si se evapora demasiado el líquido, puedes añadir un poco de agua o más caldo para evitar que se quede seco.

7. Servir:

   • Una vez que el conejo esté tierno y bien cocinado, rectifica de sal y pimienta al gusto.
   • Sirve caliente, acompañado de patatas, arroz o una ensalada verde.

Este plato es ideal para disfrutar en una comida especial o para un almuerzo familiar. ¡Buen provecho!